domingo, 30 de septiembre de 2012

Reseña Histórica


La Unidad Educativa Arquidiocesana “Monseñor Olegario Villalobos” se inició gracias a Monseñor Domingo Roa Pérez, que hizo posible el sueño de muchas madres de familias y niños de escasos recursos, los cuales anhelaban una educación completa para sus hijos, y fue así como un día, Monseñor Domingo Pérez decidió crear una escuela Arquidiocesana en la avenida principal de un barrio llamado Torito Fernández, el cual se estaba iniciando y por lo tanto no contaba con los servicios públicos.

En sus comienzos se inició con seis jóvenes maestras, Ángela León,  Zulaida Arabia, Jacquelin Macias, Marisela Elettini, Perla Toledo y Violeta Pérez. Las cuales ya habían visitado el barrio, y para octubre de 1983, ellas mismas informaron a la comunidad la existencia de la nueva escuela, y como nadie había ido a inscribir a algún alumnos, las maestras pasaron casa por casa para inscribir niños para 1er y 2ndo grado, se inscribieron niños de edades avanzadas, debido a que nunca antes habían podido cursar ni siquiera el primer grado, hasta que se llenó la matrícula para dos turnos con 3 secciones para primer grado en el turno de la mañana y dos secciones para el turno de la tarde, en contraste solo se matricularon niños para llenar un solo segundo grado en el turno de la mañana.


Para ese momento la escuela no se había terminado totalmente, por lo que las maestras daban clases en un galpón, que se encontraba en el mismo lugar. Cabe señalar que debido a la juventud de las maestras nadie las tomaba en serio, los delincuentes las molestaban, en ocasiones las asaltaban y trataban de impedir que trabajaran normalmente.

Para llegar a la escuela se cruzaban cañadas, calles de arena y barro, debido a que la escuela no tenía vías de accesos en buen estado.  La escuela estaba situada en un amplio terreno donde existía un galpón. Al inicio de las clases no se pensó que la escuela estaba inscrita en el ministerio de educación, por tanto los representantes y alumnos debían ser informados constantemente de cómo debería ser su conducta y vestimenta dentro del recinto escolar, para que lograran entender que no se trataba de una escuelita más sino que era una institución legalmente establecida.

El primer año escolar se inició sin pupitres, sin ventiladores, ni agua, ni sanitarios, ni cafetín y a la hora del recreo se llevaba a los niños a una pequeña tienda que había cerca de la escuela, sin embargo pese a todos estos contratiempos, se trabajó en horario normal, a pesar que tampoco se contaba con más personal que las seis maestras y una señora para la limpieza.

Poco a poco se fueron solventando los problemas, se construyeron las salas sanitarias, se adquirieron pupitres y ventiladores.

La comunidad poco a poco fue participando en las actividades de la escuela. Esta participación se inició cuando se celebró la fiesta del día de las madres en el galpón, que hoy es una carpintería, allí las madres jugaron, bailaron, rieron y esto ayudo mucho a que comenzara la relación de la escuela con la comunidad.

Luego de cierto tiempo llegó el primer director de la escuela el señor Leandro León. Al inicio del segundo año escolar 1984-1985, ingresaron nuevos maestros, y se comenzaron a construir nuevas aulas. Entre los maestros nuevos estaban Venancio Chacín, Rosalba Elettinni, Yamili Palencia, Albenis Villegas, Katherine Ferrebús, Milagros Martínez, Carmen  Terresa Skinner... Más tarde llegaron las religiosas Dominicas de Nuestra Señora de Nazaret en 1985, las hermanas Inés Pedroza, María de la Cruz  y Elvira Caballero, las cuales construyeron una casa al lado de la escuela, contribuyendo grandemente al desarrollo de la misma.

Hoy en día la escuela es un sitio de trabajo agradable, ha cambiado mucho gracias al esfuerzo   de  Monseñor  Roa,  las hermanas, los maestros, profesores y toda la comunidad, aunque todavía puede seguir cambiando si todas las personas que tienen que ver de una u otra forma con la escuela se involucren cada vez más en la búsqueda de ofrecer una educación integral que forme a ciudadanos cada vez más responsables lo que conllevará a tener familias más sólidas y una mejor sociedad.

Unidad Educativa Arquidiocesana Monseñor Olegario Villalobos
Avenida 111ª, número 79F-295 Barrio Torito Fernández, Parroquia Antonio Borjas Romero, Municipio Maracaibo, Estado Zulia.
Pertenece al Municipio Escolar Maracaibo Nº 6 y está  inscrito en el Ministerio del Poder Popular para la Educación.

                                                         I.            Educación Inicial. 
2 salas de 4 años y 2 salas de 5 años
                                                      II.            Educación primaria.
Desde 1ero hasta sexto grado 3 (tres) secciones cada grado
                                                   III.            Bachillerato.
Desde 7mo hasta 5to año 2 (dos) secciones en cada     grado.
                                                   IV.            Sexto  Año. (Mención: Técnico profesional en servicios
Administrativos mención: contabilidad) 1 (una) sección.

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